Yoel González Portilla
Quizá cada pieza musical sea el destino de alguien, la historia de alguien, el alma de alguien. Así que, hablando de los sonidos del hang, es imposible no decir que parecen subrayar los estados de ánimo y las experiencias del autor. Y también describen las circunstancias que llevaron a la creación de la obra.
Así que aquí tenéis mi primer álbum enteramente en hang. Más exactamente, en hangs.
El ciclo Lago Baikal en cinco movimientos, Aceptación, Baikal, Tormenta, Buriatia y Camino de vuelta a casa, es una oda a la poderosa naturaleza y a un lugar de increíble energía y poder. El modo musical de “Celtic re menor” encarna el espíritu de vitalidad y poder excepcionales...
Pero ¡qué diversa es la armonía! El mismo hang, “Celtic re menor”, suena también en otra pieza, Danza. En ella está mi relación con Cuba, mi patria, el lugar que me formó como músico. La música cubana es una extraña mezcla de ritmos, conceptos y emociones de varios países. La Danza es mi oda a Cuba...
...Los viajes son mi fuente de inspiración, me ayuda a crear y componer nuevas obras. La siguiente composición del mismo nombre está dedicada a Marruecos, Marrakech y la plaza Yamaa el Fna. Un alboroto de vida, una extraña mezcla de olores, sabores, sonidos, gente: por eso es famoso este lugar. Sabios y músicos, hippies y turistas ricos, encantadores de serpientes y mendigos: todos están unidos por este mundo árabe meridional, cálido y algo loco. Y la armonía del hang “Re minor HiJazz” lo refleja.
Las siguientes composiciones, Algoritmo / Mamá Africa e Filorrítmica Infínita, están interpretadas en el hang en “Fa menor integral”. Filorrítmica: en esta palabra inventada por mí reside la infinita filosofía del ritmo, su alma. Y mi declaración del amor a la misteriosa y lujosa África, otro lugar de poder, en cuyos ritmos están mezclados los sentimientos y la razón.
Por último, el mismo hang suena en la obra final, Modo Golden Arcadia, dedicada a la ciudad antigua. Y aquí el misticismo pasa a primer plano. El misticismo del tiempo, que se comprime con los sonidos del hang.
¿Es difícil aprender a tocar el hang? ¿Y es difícil aprender cualquier otra cosa? O más bien, ¿aprender a hacerla de modo que deje de ser una cosa? Si dominas el ritmo, dominas el tiempo. Dominando el tiempo, dominas el espacio. Si dominas el ritmo, el tiempo y el espacio, dominas la vida.
El hang respira libertad. Se la da a cualquiera que entre en su mundo. Para mí fue más fácil: siento las raíces del ritmo, he tocado muchos instrumentos de percusión, cada uno de los cuales me dejó una parte de su alma. Al fin y al cabo, el ritmo es la base de todo. No se puede hablar de melodía sin ritmo. No se puede hablar de cultura sin ritmo. No se puede hablar de vida sin ritmo. Estoy seguro de ello.
"Si dominas el ritmo, dominas el tiempo. Dominando el tiempo, dominas el espacio. Si dominas el ritmo, el tiempo y el espacio, dominas la vida."
Yoel González